Unas 10.000 personas, según la policía alemana, se manifestaron este sábado (25.02.2023) en el centro de Berlín para llamar a negociar con Moscú en lugar de mandar armamento a Ucrania. La denominada "Marcha por la paz” estuvo cruzada por polémicas y advertencias de todo el espectro parlamentario sobre la posible infiltración de radicales de derecha e izquierda en la jornada.
La concentración había sido convocada por la líder del ala procomunista de La Izquierda, Sahra Wagenknecht, y la activista Alice Schwarzer, un icono del feminismo alemán, que en los últimos tiempos se ha decantado hacia posiciones del derechismo más conservador. La marcha avanzó por las inmediaciones de la Puerta de Brandeburgo en medio de un operativo de cerca de 1.400 agentes.
En la emblemática puerta, las organizadoras tomaron la palabra para llamar a "la diplomacia en lugar de a la entrega de armas". Wagenknecht y Schwarzer suscribieron hace dos semanas el denominado "Manifiesto por la Paz", en contra de los suministros de armas a Ucrania y acusando al gobierno del canciller Olaf Scholz de propiciar una escalada belicista con la ayuda militar a Kiev.
La feminista Alice Schwarzer y la izquierdista Sarah Wagenknecht.
Postura "ingenua”
La ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, la verde Annalena Baerbock, y su correligionario Robert Habeck, titular de Economía, han tachado la posición defendida por Wagenknecht y Schwarzer como "ingenua" y peligrosa, además de alertar que la marcha atraería elementos radicales y sería instrumentalizada por el aparato propagandístico del Kremlin.
Incluso la cúpula del partido La Izquierda se distanció de la convocatoria de Wagenknecht, cuyas posiciones se acercan a los postulados a favor de Rusia de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), el partido más afín a la línea del régimen ruso del Parlamento alemán. A las críticas se han sumado también los partidos de gobierno (verdes, socialdemócratas y liberales), así como la oposición democratacristiana.
Fuente: DW (ALEMANIA)
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