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"Cosa Nostra" Criolla, la gran ganadora de las elecciones regionales



Escribe: JHON JAIRO SALINAS*


La prestigiosa periodista María Jimena Dussán exclamó: "Ganó la Cosa Nostra". Sí, sin lugar a dudas los grandes ganadores en estas elecciones fueron los clanes mafiosos, quienes hacía 4 años habían perdido el poder en Las elecciones regionales, a excepción en Barranquilla. A estos clanes mafiosos también se les conoce como la Cosa Nostra Criolla.


La Cosa Nostra Criolla, también conocida como los Clanes , son organizaciones criminales que se originaron en la década de los 80,s en los departamentos de la Costa Atlántica y, poco a poco, se extendieron a otros departamentos del interior del país.

Estos clanes se caracterizan por su estructura jerárquica y su código de conducta estricto para tener el control político en las regiones donde tienen una alta influencia.


Durante décadas estos clanes han sido conocidos por sus actividades ilegales, como el tráfico de drogas, la extorsión, el juego ilegal y los asesinatos por encargo. Su influencia se extiende más allá de las fronteras del narcotráfico. De igual forma, en la esfera política, tienen presencia en varios departamentos de la Costa Atlántica, Antioquía, Eje Cafetero, Tolima y Valle del Cauca.


En Colombia, el término "Cosa Nostra" se utiliza de manera descriptiva para referirse a situaciones en las que las elecciones o la política están controladas por grupos de poder corruptos y poco éticos. Esta expresión refleja la frustración y desconfianza hacia el sistema político y sus resultados.

Es importante destacar que cualquier comparación con la verdadera Cosa Nostra italiana es una coincidencia.


A continuación un breve esbozo de los ganadores en cuerpo ajeno en las pasadas elecciones...


El clan Char: Ha consolidado su poder económico y político en la Costa Atlántica. En estos momentos se les sindica de tener nexos con el Clan del Golfo de México.


El clan Cotes: familia poderosa del departamento del Magdalena, tiene alianzas con grupos criminales y ejercen un control mafioso de la política en la región.


Los Gnecco: Son una familia de origen guajiro, en cabeza de Jorge Gnecco Cerchar llegaron y amasaron su fortuna a través del contrabando y la bonanza marimbera aterrizando en César a mediados de los 80, donde se dedicaron, entre otras cosas, a financiar campañas políticas.


Clan Sánchez Montes de Oca: Luz Marina Montes de Oca y Rafael Sánchez Hinestroza fueron disidentes del Partido Liberal dominado por el cordobismo. Fundaron el Movimiento Símbolo y Esperanza que les permitió consolidarse políticamente en el Chocó.


Clan Ramiro Suárez: Ramiro Suárez en 2003 fue electo alcalde de Cúcuta. Un año más tarde empezó a aflorar sus nexos con el Bloque Catatumbo de las AUC y las órdenes que le dio a estos para asesinar a Alfredo Enrique Flórez y a José Agustín Uribe, confesiones corroboradas por varios ex paramilitares en sus versiones libres.


Clan de la Casita: A comienzos del 2000, las Autodefensas Campesinas de Casanare (ACC), al mando de Héctor Germán Buitrago Parada, alias ´Martín Llanos´, empezaron a incidir en la esfera política del Casanare.


Clan Musismo: Este clan es conocido por el poder económico de la familia Besaile. Su fortín político nació en el municipio de Sahagún. La cabeza de este clan es Musa Besaile Fayad, quien empezó su carrera en 1998 rodeado de políticos vinculadas por corrupción en la Costa Caribe.


Clan el Noñismo Bernardo: ´Ñoño´ Elías, oriundo de Sahagún, dio sus primeros pinos en política al lado de su tío el ex senador condenado por el proceso 8.000, Jorge Ramón Elías Nader, quien a su vez le heredó su caudal electoral.


Estos, y diez clanes mafiosos más, fueron los verdaderos ganadores en estas elecciones, como lo denota el portal de noticias Las dos Orillas y el reconocido analista político, León Valencia.


Adenda: En el departamento del Quindío el auténtico ganador fue el Clan Toto, quien desde el movimiento Cambio Radical en apoyo a otros movimientos de los doce alcaldes del Quindío, eligieron diez. Con los resultados en el departamento se fortalece la Oficina de Armenia. Bueno, también ganó el gobernador del Quindío, Roberto Jaramillo Cárdenas, discípulo del Zar de las Marionetas, Mario Castaño, quien ungió a su títere Galvis, con la siguiente frase "Lo quiero metido en Armenia, a estas alturas los otros municipios me valen verga”.


Señores medios de comunicación: aquí el derrotado no fue el presidente de la República y su partido. Aquí perdió fue el estado social de Derecho... Quien ganó fue la narcodemocracia representada en dichos Clanes mafiosos cooperativisados en la Cosa Nostra Colombiana.








*Dirigente y defensor de derechos humanos oriundo del departamento del Quindío. Miembro del Pacto Histórico Quindío. Escritor. Poeta. Corresponsal y periodista tanto de Diario EL POLITICÓN DE RISARALDA, como de su suplemento de ciencias y artes ARCÓN CULTURAL.

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