El dirigente, William Gaviria, haciendo la introducción al doctor Daniel Libreros Caicedo.
El pasado sábado tuvo lugar en la sede de SINALTRAINAL de Dosquebradas el conversatorio "Retos de un Gobierno Alternativo en Colombia", en el cual se planteo el margen de maniobra que tendría una nueva adminstración nacional de talante no continuista y los retos a asumir en el campo económico.
Con la moderación del experimentado dirigente sindical, William Gaviria, tuvo lugar la exposición del politólogo, abogado y laboralista, Daniel Libreros Caicedo, el cual hizo referencia sobre las medidas indispensables a tomar para la paulatina solución de la crisis económica heredada a partir de la toma de importantes decisiones; la renegociación con los organismos internacionales de crédito, en especial el Fondo Monetario Internacional y el necesario acuerdo con la clase política, empresarial, industrial y terrateniente.
Síntesis
Así lucía el recinto de SINAITRAINAL al momento de iniciarse el encuentro.
En la entrevista que se reproduce, Libreros Caicedo resume las obligaciones a encarar apenas se posesione la nueva administración, haciendo un cuadro comparativo con la situación en el resto de América Latina, tomando en cuenta tanto los éxitos o fracasos de los gobiernos progresistas de la región.
Sin embargo, se encargó a su vez de recalcar que del mismo modo a todo los países y aunque existan simililudes, Colombia cuenta con características especiales propias, el resurgimiento de un conflicto armado interno, junto a fuertes demandas sociales cuya agudización coincidieron con el Paro Nacional que conmocionó al país durante tres meses.
En el epílogo aclaró que la economía se halla en tal crisis, que las acciones a tomar no son una opción, sino una obligación si se pretende combatir el hambre, la pobreza e incrementar la producción como base para estimular el empleo y el desarrollo, superando las anacrónicas estructuras feudales así como la corrupcción.
La palabra del Dr. Daniel Libreros Caicedo, en el siguiente enlace:
Fuente: DIARIO EL POLITICÓN DE RISARALDA