Escribe: JHON JAIRO SALINAS*
El veintinueve de mayo, con las manos tiernas de millones de colombianos y colombianas; empuñando solo un esferero con tinta indeleble; marcaremos el nuevo rumbo de la historia, en un jardín llamado Colombia... Entraremos en una nueva era de Paz, donde las hojas de los árboles seguirán siendo verdes y sus raíces dejarán de ser oscuras, tejiendo la Paz con justicia social en hilos de oro. Plantando nuestra bandera en la cima de la República, con la voz de un pueblo que clama dignidad, ¡Cesando la horrible noche!...
Mientras un pequeño sector de la sociedad colombiana se incendia por el escalonamiento de la guerra, y sus corazones se insuflan de odio y plomo, nosotros le decimos al mundo que un huracán de hombres y mujeres, haciendo uso del sufragio universal, desterraremos, por fin, de Colombia los jinetes apocalípticos de la guerra y la barbarie...
A partir del siete de agosto, en la Colombia Humana, dejaremos de ser una aldea de fosas comunes, de esculpidos huesos; que durante doscientos años han naufragado en lágrimas diáfanas... Precipitadas en un lecho de piedras pulidas de trágica muerte y dolor...
Vendrá gozosa la fiesta por la vida; cambiaremos el llanto por la alegría; la madre tierra será protegida; nuestros hermanos mayores, pueblos ancestrales, campesinos, el negro y la negra verán el resplandor de nuevos amaneceres en paz y concordia.
Habrá patria para los excluidos, será la restitución de derechos de los nadie, de quienes por décadas han sido excluidos.
Será una Colombia multicolor la que recupere su derecho a vivir tranquila.
*Dirigente y defensor de derechos humanos oriundo del departamento del Quindío. Escritor. Poeta. Corresponsal y periodista tanto de Diario EL POLITICÓN DE RISARALDA, como de su suplemento, ARCÓN CULTURAL.
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