Escribe: JHON JAIRO SALINAS*
Una luz que se enciende en la eternidad. En la apacible quietud de la madrugada pereirana, el 29 de junio de 2024, se apagó la luz de un titán del saber:
Carlos Alberto Villegas, el entrañable "Petete", como cariñosamente lo conocían sus allegados. Su partida deja un vacío irreparable en el corazón del Quindío, pero a la vez enciende una luz eterna de inspiración para las generaciones venideras.
Petete, el alma inquieta surcadora de los cielos del conocimiento, fue un escritor, artista y gestor cultural de estirpe excepcional. Su pluma, su pincel y su voz, instrumentos de un titán, que seguirán plasmando mundos, dibujando sonrisas y tejiendo historias sin parangón.
Un torrente de ideas brotó incesante de su ser, fecundando mentes, cultivando sueños y sembrando el bien. Las aulas, su segundo hogar, fueron el escenario donde impartió sabiduría, sembrando semillas de esperanza en las mentes y corazones de sus estudiantes.
La revista Termita Caribe, fue su nave digital, surcando mares de letras y navegando entre ideas sin par, convirtiéndose en un referente cultural de la región. Con pasión y brío, Pétete gestó iniciativas culturales, encendiendo el corazón del pueblo y promoviendo el arte en todas sus expresiones.
Su entrega y dedicación le valieron reconocimientos como la Orden al Mérito Literario y el Escudo del Quindío, distinciones que honraron su trayectoria y legado.
Tres universidades, tres templos del saber, la Universidad del Quindío, la Complutense y la Universidad de Texas, fueron testimonio de su intelecto y avivaron su espíritu inquieto, siempre en busca de nuevos horizontes. Estudioso, incansable y emprendedor sin igual, Petete fue un hombre polifacético que deja una huella imborrable en la historia del Quindío.
Su obra, reflejo de su alma vibrante, es un canto a la vida y un tributo al arte. Sus escritos, sus pinturas y su incansable labor cultural nos dejan un tesoro invaluable que enriquecerá el espíritu de las generaciones venideras.
Que su luz siga brillando, iluminando el camino e inspirando a nuevos soñadores a perseguir sus anhelos. Carlos Alberto Villegas, su nombre perdura en el tiempo como símbolo de cultura e ícono del Quindío. Su legado nos invita a continuar su obra, encendiendo la llama del conocimiento y sembrando un futuro sin fin.
Termino este escrito con un verso de "Pétete":
"Tenía un rostro cicatrizado por siglos de soles, como si todas las historias del mar navegaran en cada una de las arrugas".
... Tranquilo, pétete sigas navegando en las arrugas de risas infinitas...
Título original: "Homenaje póstumo a Carlos Alberto Villegas"
Escribe: JHON JAIRO SALINAS*
*Dirigente y defensor de derechos humanos oriundo del departamento del Quindío. Miembro del Pacto Histórico Quindío. Escritor. Poeta. Corresponsal y periodista tanto de Diario EL POLITICÓN DE RISARALDA, como de su suplemento de ciencias y artes ARCÓN CULTURAL.
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