Durante la alocución que hizo luego de las elecciones del domingo, al presidente se le vio aplacado, manejando un tono solemne, afirmando que respetaría la voz del pueblo y llamando a la articulación con los gobernantes electos.
“Trabajaremos para articular sus propuestas de campaña y que podamos construir un país que combata a la corrupción, a la injusticia y le haga frente a la crisis del cambio climático”, les dijo en tal pronunciamiento.
Para el docente de la Universidad del Rosario, Mauricio Jaramillo Jassir, este es un acierto en tanto “sale de la lógica de confrontación que había mostrado en redes sociales”.
“Ayer volvió a su rol de la cabeza del Estado y de llamar a trabajar a los gobiernos locales así no sean de su color político”, detalló el académico.
Su teoría es que la polarización “es el escenario en el que se mueve la política” actualmente, porque el discurso nace y se promueve de esta forma desde los partidos, líderes y hasta los mismos medios de comunicación.
“Cuando uno ve, por ejemplo, que llega al concejo de Cali una persona que le disparó a los manifestantes en las protestas y recibió el aval del Centro Democrático, es muy difícil no entrar en la dinámica de la confrontación”, añadió.
Sin embargo, aunque se pensaba que el mandatario había asumido una posición tranquila, horas después acudió a su cuenta de X diciendo que se pretendió infundir miedo en el elector y aun así “el mapa de la victoria presidencial se mantiene”.
Una mirada descentralizada
La publicación del Presidente no elimina un hecho: que en Barranquilla se impusieron los Char nuevamente, quedando de segundo el voto en blanco y en el tercer lugar de las votaciones figuró Antonio Eduardo Bohórquez, candidato del Polo Democrático.
Para Luis Trejos, profesor de Ciencia Política de la Universidad del Norte, la sorpresa no es tan grande pues lo mismo había sucedido en 2019 y “eso lo que dice es que en Barranquilla no se ha logrado consolidar una oposición a la Casa Char”.
“Este es un proyecto que, si bien puede generar críticas, ha logrado una hegemonía”, afirmó.
Esta se explica desde varios frentes: se presenta con una espalda económica muy fuerte, tiene un poder cultural que se difunde mediante emisoras y, sin duda, las emociones que provoca el Junior se trasladan al plano político. Sin dejar de lado que Alejandro Char es un político muy carismático y que, como apunta el experto, “se ha reproducido la narrativa de éxito en la ejecución”.
El reto ahora es que la administración se articule con un Gobierno “que no es amigo de la Casa”, añadió Trejos.
Pero el caso de la Costa se pone aún más interesante si se analiza Magdalena, que pese a ser un departamento vecino demostró que el comportamiento del elector no es homogéneo.
Aunque la gobernación está clara, en Santa Marta hay empate técnico entre Jorge Agudelo, candidato de Fuerza Ciudadana, y Carlos Pinedo, de Santa Marta Sí Puede.
Lo anterior, en palabras de Mauricio Jaramillo, indica que “Fuerza Ciudadana es un experimento interesante que vale la pena tomar en cuenta, porque allí habían manejado la política unos clanes muy duros. Hace cuatro años Carlos Caicedo venció a una familia muy poderosa y lo que se ve concretamente es que hay continuidad”.
Permite, además, hacer la comparación con Independientes, el movimiento de Daniel Quintero que apoyó la candidatura de Juan Carlos Upegui. Quintero, así como Caicedo, renunció a su cargo para apoyar a alguien y no le alcanzó en las urnas.
Sin embargo, en Cali, Medellín, Bucaramanga, Bogotá y Barranquilla venció la derecha y el centro, lo que permite “identificar que hay voto castigo y un desgaste del año largo de gobierno de Petro”, añadió Jaramillo, quien aseguró que “donde hay más poder sí ganó la oposición y eso implica para el Presidente un Estado de opinión en los dos años y medio que le quedan”.
El caso de Bogotá
En Bogotá el mandato de la ciudadanía fue contundente. La posibilidad de una segunda vuelta fue desechada cuando Carlos Fernando Galán, quien aspiró con el aval del Nuevo Liberalismo, alcanzó el 49% de la votación en el preconteo.
Le siguió Juan Daniel Oviedo, que lanzó una candidatura con firmas, y de tercero quedó Gustavo Bolívar, la apuesta del petrismo en esta contienda. De ahí que desde ese mismo sector haya quienes le piden al Presidente reevaluar la manera en que opera el Pacto Histórico.
En palabras de Alfredo Saade, excandidato presidencial y quien hoy se prepara para asumir la dirección del Instituto de la Gestión del Agua en La Guajira por mandato de Gustavo Petro, “el fracaso en las urnas se debe al fracaso en la mesa nacional que se dedicó replicar las tácticas de los partidos tradicionales para escoger a los candidatos que llevarían las banderas con que lo llevamos a usted a la presidencia”.
Por tanto, le pidió “con respeto y aprecio” acabar dicha coalición.
Y es que la capital ha estado en boca del resto del país por cuenta de las discordias entre el mandatario y la alcaldesa Claudia López, quienes se distanciaron por un tema en concreto: el metro.
La propuesta del Presidente es que se modifique la primera línea que ya está en ejecución para que un tramo sea soterrado.
El Distrito, en cambio, se resiste a alargar más esta discusión y desde ya el alcalde electo envió un mensaje a Petro: “Este es un mandato claro y le pido respetuosamente que trabajamos para sacar adelante esta primera línea como está planteada”.
Para Jaramillo, sin importar que Bogotá repita un alcalde de Centro, lo que se puede resaltar es que Galán “tiene mayor capacidad de consenso”.
Así las cosas, en él y en su ánimo de dialogar está depositada la confianza de los electores que quieren para la ciudad el progreso.
Santander antipetrista
Al igual que el año pasado en las elecciones presidenciales Santander volvió a votar en contra de los candidatos de la coalición del Pacto Histórico, partido que llevó a Gustavo Petro a la Presidencia de la República. De los 87 municipios del departamento, tan solo en uno la izquierda logró una alcaldía, en San Joaquín, con Emilton Darío Pérez, como alcalde por el partido En Marcha.
“Fue un rotundo fracaso para el presidente Petro, que desde que ganó la Presidencia venía retando a los partidos tradicionales a enfrentarse en las urnas, el día de ayer quedó en evidencia que el voto de opinión o de rechazo anti establecimiento que precisamente llevó a Petro al poder pareciera haber terminado votando en contra, en rechazo a su gobierno y en opinión en contra a su gobierno, que ahora es el nuevo establecimiento”, señaló el politólogo, Gerardo Martínez.
El Pacto Histórico solo logró una curul en la Asamblea de Santander, con Camilo Torres, y un escaño en el Concejo de Bucaramanga, con Jorge Flórez.
Fuente: LA VANGUARDIA
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