En el marco de un hecho con numerosos precedentes, las intercepciones telefónicas ilegales de público conocimiento volvieron a cobrar otra nueva víctima. Esta vez, la de quien hasta hace muy poco tiempo fuera activo integrante del Concejo Municipal de Dosquebradas y en la actualidad, se desempeña como líder comunal.
La constante sofisticación del delito no deja de ser algo preocupante para las autoridades, habida cuenta del incidente suscitado por el escándalo del software “Pegasus”, traído al parecer por la administración de Iván Duque a fin de interceptar a opositores políticos. Tampoco alcanza con recrear las imágenes del pasado o de las películas de espionaje, mostrando a miembros de una organización indeterminada, empeñados en escuchar conversaciones grabadas a través de viejas cintas destinadas a autodestruirse dentro de los próximos cinco segundos. La problemática, los alcances, resultan mucho mayores
Dentro de las actuales circunstancias, cualquiera podría ser el potencial damnificado. Hoy le toca a una persona y quizás de manera incomprensible, debido a ello la sociedad en general recién atine a encender las alarmas.
De manera constante llegan a los dispositivos móviles cientos de mensajes provenientes de personas inescrupulosas, de delincuentes informáticos haciéndose pasar por bancos, entidades financieras, a la espera del momento adecuado, de la “hora boba”, para tomar desprevenidos a inocentes e incautos. Programas limitados del estilo de True Caller no resultan suficientes para ponerles remedio, porque a medida que aparecen nuevas tecnologías de prevención, al mismo tiempo surgen otras destinadas a perfeccionar los ciberataques.
Incidente
El caso al cual se hace referencia tuvo por principal escenario el grupo de WhatsApp integrado por ciudadanos del entorno de Manuel Rojas Hurtado, creado con el supremo objetivo de complementar la articulación de distintas gestiones sociales, en apoyo permanente a cuantos lo necesiten.
De forma inesperada e incomprensible, apareció un mensaje del sistema anunciando el cambio del número de teléfono celular del ex corporado, solicitando “comedidamente” sumas de dinero indeterminadas a los integrantes, cuando las cuestiones económicas no hacen parte de las temáticas habituales del espacio virtual, ni Rojas Hurtado acostumbra a solicitar dicha clase de ayudas.
Cuando la incertidumbre llegó a su punto más álgido, la verdad e indignación salió a la luz en su máximo esplendor. Uno de los usuarios le comentó al resto sobre la recepción de cierto mensaje de texto, donde al parecer el líder estaba pidiéndole “efectividades conducentes” en calidad de ayuda.
Las dudas y las consecuentes interrogaciones al respecto, la motivaron a compartir de inmediato el escrito que los más allegados desmintieron con contundencia.
A ese efecto, en diálogo exclusivo con Diario EL POLITICÓN DE RISARALDA, el mismo Rojas Hurtado quiso alertar a propios o extraños.
“Nunca en mi proceder, ni mucho menos en dentro de la función pública o política, tuve el vicio, la mala costumbre de pedir dinero prestado a quienes me acompañan. Bastante tienen con sus inconvenientes personales, para yo venir a solicitarle ese tipo de apoyos cuando gracias a Dios, de momento tampoco los necesito. Sería una falta de respeto imperdonable hacia aquellos que tanto estimo”, aseguró.
A continuación quiso resaltar la calidad humana de quienes lo acompañan en la misión de contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes del “Municipio Industrial”.
“Todo aquel pidiendo dinero a nombre mío, de los espacios donde formo parte, miente e intenta robar. Soy un hombre de trabajo. Me basta con el reconocimiento, la solidaridad de la gente que se me acerca a preguntarme cómo puede colaborar en la labor emprendida hace ya algunos años. No hay porqué pedirles más, cuando siempre me demostraron y ofrecieron lo mejor de sus vidas. Compartir, departir junto a ellos a cada instante, no tiene precio ni lo cambio por nada del mundo. Son personas maravillosas”, concluyó.
Escribe: CARLOS ALBERTO RICCHETTI*
*Periodista, escritor, poeta, actor y cantautor. Director general de Diario EL POLITICÓN DE RISARALDA y de su suplemento, ARCÓN CULTURAL. Integrante del CIRCULO DE POETAS IGNOTOS.
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