Gustavo Petro hizo referencia este viernes a los esfuerzos que empiezan a materializarse sobre los usos lícitos de la hoja de coca.
El Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) concedió el pasado 6 de diciembre la primera licencia en el país para producir una variedad de abono orgánico a partir de esta planta. Al respecto, el presidente dijo en su cuenta de X que estaba que “las empresas campesinas e indígenas logren comprar cosechas de campesinos cocaleros mientras estos hacen crecer sus economías lícitas”. Esto con el fin de “erradicar las economías ilícitas de los territorios de Colombia”.
Juan Fernando Roa, director del ICA, dijo que esta licencia busca ver “la hoja de coca como un componente válido para la producción de fertilizantes como insumo agrícola”. “Con el acopio y recolección de la hoja de coca como materia prima para estos insumos, aportamos a la producción de alimentos y damos un paso para la construcción y transformación de los territorios y la consolidación de la paz total”, añadió.
El pasado 29 de noviembre, El Espectador accedió al borrador de decreto que reglamenta la posesión y el uso de cultivos de hoja de coca, cannabis y amapola en el país. Este documento, que está abierto a comentarios de los ciudadanos, deja en firme las reglas para, precisamente, expedir permisos para proyectos productivos (médicos, científicos o industriales), con esas plantas. Por ejemplo, hacer fertilizantes, plásticos, cosméticos o pinturas.
En diálogo con este diario, el ministro de Justicia, Néstor Osuna, fue enfático en decir que, de ninguna manera, esto no es un primer paso para regular la cocaína.
Ojalá funcione. Sería una buena noticia. Por ahora suena a otra iniciativa tipo esparcir el virus de la vida por la galaxia... Seguramente estará pensando en eso para rellenar el próximo discurso de cómo él, y solo él, va a salvar el planeta, acabando con Colombia.
Abono de Coca que estupidez. El precio actual no da ni para arrancar la hoja, mucho menos para volverla abono. Salidas por la tangente de inútiles e ignorantes y muy ingenuos. Pero eso son los gobernantes buenos para descrestar incautos, con soluciones inútiles como ellos.
Fuente: DIARIO EL ESPECTADOR
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