Feminas que asumieron el artes con total seriedad, haciendo de ella toda una profesión con la que han obtenido múltiples reconocimientos.
Como dijimos en nuestra pasada entrega títulada 'El panorama del arte en Pereira I ¿Un asunto sólo de hombres?', Margarita Calle, directora de la Maestría en Estética y Creación de la Universidad Tecnológica de Pereira, realizó una exposición especial sobre el panorama de las mujeres artistas en la ciudad, de quienes presentamos un recuento sobre el trabajo que han realizado y como con su labor han ganado poco a poco un terreno no sólo en el ambito del arte local y nacional; sino también internacional.
La visibilización de los primeros nombres que asumieron el oficio artístico, que se preocuparon por darle cierta formalidad al campo, desde la consolidación de programas formativos y de espacios de circulación de carácter público y privado en la escena local actual son:
Lucy Tejada (1920)
La obra de Lucy Tejada constituye un referente clave para entender la modernidad estética en el país. Ella fue una de las primeras mujeres que asumió el arte como una profesión, participó de la primera generación de artistas que marcó el rumbo del arte colombiano en la década de los años 50, 60 y 70, en la medida en que fueron capaces de asumir los lenguajes del arte con propiedad, al margen de las limitaciones que imponía la precariedad del territorio (Alejandro Obregón, Enrique Grau, Eduardo Ramírez Villamizar, Edgar Negret y María Teresa Negreiros).
A pesar de la relevancia de esta artista, en nuestro contexto todavía no se ha asumido su trabajo con la trascendencia que lo han hecho en otros escenarios. Hace falta desplegar toda una pedagogía en torno a su obra y un programa de investigación que logre reconstruir la memoria de todo su legado.
Viviana Ángel (1965)
Su trabajo ha estado motivado por búsquedas que trascienden la resolución de aspectos técnicos, hay un marcado interés por profundizar en aspectos de carácter social e histórico, que comprometen la historia de los lugares, la memoria local, la percepción de los otros, la intimidad, a partir de ejercicios etnográficos, arqueológicos o historiográficos. Adicionalmente, ha sido una artista comprometida con la gestión cultural, el trabajo curatorial, la pedagogía del arte, el desarrollo de proyectos colaborativos que contribuyen a la transformació o recuperación de diferentes escenarios públicos.
Ciliana Villegas (1962)
Escultora. Su trabajo más significativo ha sido realizado en París donde está radicada desde los años 90. Su obra se sintetiza en una escultura muy estilizada y gestual, en la que se manifiesta la fascinación que esta artista tiene por la obra de Giacometti y Henry Moore, dos de los referentes claves de la escultórica moderna.
Adriana Arenas (1970)
Su obra se configura en una suerte de contrapunto entre lo local y lo universal, a partir del aprovechamiento de las posibilidades que le ofrecen las tecnologías análogas y digitales, gracias a las cuales varía de manera constante los formatos, los registros y los soportes que sirven de eje estructural a su trabajo. En 2004 obtuvo el primer premio en el Salón Nacional de Artistas con la obra “Fábrica de oro y piedras preciosas”.
Rosa Ángel
Propone una obra de intensa sensibilidad que poco a poco se ha venido madurando en el descubrimiento de las cosas más sencillas. En sus últimos trabajos se ha ocupado de explorar las posibilidades del dibujo a través de diferentes medios y soportes, desde una mirada relacional, que nos posibilita pensar otras nociones de paisaje, empujándonos a imaginar alternativas creativas para repoblar nuestros entornos paisajísticos.
Ángela Calle (1968)
Tuvo una intensa actividad plástica en los años 90 en Pereira, posteriormente se radicó en Montreal Canadá, donde continúa explorando las posibilidades de la pintura, desde temáticas ligadas al universo femenino, la intimidad y la ensoñación.
Ana Cristina Zuleta (1976)
Uno de los logros fundamentales de su obra radica en abrir una condiciones para repensar las posibilidades de la cerámica, y de manera particular, de la cerámica escultórica. Su trabajo se destaca por el manejo sutil y ponderado de formas, generando patrones visuales o variaciones poéticas, en las que el equlibrio y orgánicidad son evidentes.
Gladis Méndez
Ceramista. Su trabajo ha estado enfocado a la exploración de diversas posibilidades de la cerámica escultórica, desde temáticas y ejercicio que bordean lo relacional, la comunión entre materialidades diversas, los lugares del ser y las posibilidades del habitar.
Yorlady Ruiz (1979)
Su obras se fundamenta en una profunda preocupación por los contextos sociales y el modo como el arte contribuye a generar contrapesos para enfrentar la barbarie, la violencia, el dolor y la inequidad. Desde el performance, las intervenciones in situ y el desarrollo de ejercicios colaborativos en los que tiene gran peso la participación de grupos o espectadores específicos, esta artista nos acerca a referentes contextuales ligados con nuestra memoria cultural, política y social.
Sandra Johana Silva (1984)
A partir de un ejercicio sistemático de investigación sobre la imagen del animal en la historia del arte, el trabajo de Sandra Johana se ocupa de visibilizar relaciones conflictivas en las conceptos tradicionales como el de belleza y pureza, aparecen subvertidos. Lo grotesco, lo abyecto, la fobia, el hastío y la repulsión como categorías estéticas, psicológicas y culturales, toman cuerpo en el trabajo plástico de esta artista desde construcciones visuales y objetos hibridos que llevan al espectador a reflexionar sobre su propia naturaleza mutable, cambiante y, por ende, transgresora.
Milena Gutiérrez (1981)
Artista del performance y las artes vivas. Su trabajo está enfocado a la reflexión de problemas de caráter social y afectivo, desde la interacción con espacios urbanos y contextos expecíficos. En este sentido, la alusión a la memoria y a procesos de reconfiguración del pasado, es recurrente.
Juana Gutiérrez (1985)
El eje fundamental de su trabajo creativo es el cuerpo y la investigación en torno a experiencias de carácter subjetivo y cultural, vinculadas con las tradiciones, el lenguaje y la materialización de diferentes momentos de la existencia. Desde el 2011 desarrolla un intenso trabajo de creación colectiva, que se consolida a partir de residencias cortas en algunas ciudades como Barcelona, París, Italia y México, además de algunas ciudades de Colombia.
María García Isaza (1987)
Su trabajo creativo se ocupa de explorar las posibilidades de la fotografía comprometiendo la mirada con nociones como el adentro y el afuera, lo que vemos y lo que nos ve, el interior y el exterior. Los cuestionamientos que cohesionan su trabajo tienen que ver con los modos como percibimos nuestros espacios y la manera como vamos incorporando a nuestra cotidianidad los límites espaciales y temporales que tales espacios nos sugieren.
Fuente: DIARIO LA TARDE
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