La percepción de los ciudadanos hoy en Pereira es que la cantidad de guardas de tránsito no da a abasto para controlar la movilidad que, cada vez se vuelve más compleja en la capital risaraldense. Durante el fin de año sólo 114 agentes estuvieron encargados de velar por el tránsito en las vías públicas, cuya función es garantizar la movilidad y la debida circulación, y realizar operativos persuasivos para detectar conductores en estado de embriaguez.
De los agentes disponibles, 45 están ubicados en todas las intersecciones de la zona céntrica y 25 más hacen sus operaciones en los puntos identificados como críticos, las glorietas de Corales y Pinares, centros comerciales, semáforos del barrio San Fernando y las avenidas Las Américas, 30 de agosto, Juan B. Gutiérrez y Circunvalar, entre otros.
Lo que lleva a concluir que en la ciudad existe un verdadero déficit de guardas de tránsito y un gran parque automotor, lo que imposibilita levantar la medida de pico y placa, tal como lo indica Juan Gabriel Londoño, jefe operativo de la Secretaría de Movilidad.
“Hay que reconocerlo, a nivel interno nosotros tenemos un déficit de agentes de tránsito, que quede claro, a comparación de lo que necesitamos en la ciudad; nosotros tenemos es funcionarios de control y vigilancia que hacen monitoreos. En este momento Pereira no podría levantar el pico y placa, porque es considerada una ciudad turística y detectamos que hay más vehículos en este momento con placas de Bogotá, Medellín, Cali y de otras ciudades, entonces tenemos un gran aforo y se incrementó la cantidad de vehículos”, aclaró el funcionario.
Se estima que circulan 450 mil vehículos entre los matriculados en la ciudad, los visitantes y las motocicletas, de ahí el llamado que hacen las autoridades a los conductores, para que dejen sus vehículos en los parqueaderos, no estacionen en sitios prohibidos y no consuman bebidas alcohólicas si se va a manejar.
Hambre
Ante la falta de recursos muchas personas tienen que sacrificar uno de los elementos más esenciales, la comida, no es que dejen de comer por completo, pero no cuentan con el dinero para hacer las 3 comidas diarias.
Por ejemplo, en el área metropolitana de Pereira, según datos de la encuesta pulso social del Dane, en noviembre el 20,1% de los habitantes consumió 2 o menos comidas al día, es decir 2 de cada 10 personas.
Esta cifra representó una disminución de 0,1% con respecto a octubre del 2022, cuando el 20,2% consumía menos de 3 comidas al día.
Un aspecto a resaltar, es que en la capital risaraldense, Dosquebradas y La Virginia, solamente el 1,3% de la población consumió una o menos comidas al día.
La encuesta evidencia que Pereira y su área metropolitana en noviembre de este año, tuvo un mayor porcentaje de personas que no pudieron consumir 3 comidas diarias en comparación con Armenia donde el 14,6% señaló sacrificar 1 o más comidas al día, y con el área metropolitana de Manizales que tuvo un 16,9%.
Hay algunas ciudades del país donde la situación del hambre en noviembre fue verdaderamente alarmante. Por ejemplo, en Cartagena el 63,1% (alrededor de 2 de cada 3 personas) de los ciudadanos tuvo que sacrificar una o más comidas al día, en Sincelejo fue el 55,5% y en Montería el 45,8%.
Es importante destacar que antes de la pandemia del Covid, el porcentaje de las personas que no podía consumir las 3 comidas diarias era muy inferior al que se registra en los últimos años, en el caso del área metropolitana de Pereira era inferior al 10%, cifra que se ve muy lejana alcanzar en la capital risaraldense y el resto del país, teniendo en cuenta lo elevado de los precios de varios alimentos.
Fuente: CARACOL RADIO / EL DIARIO
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