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Petro alertó sobre intento de Golpe de Estado por parte del uribismo



El presidente Gustavo Petro informó a los colombianos que recibió un documento de la sala de consulta del Consejo Nacional Electoral -CNE- en que el fue despojado del fuero integral constitucional. 


Esto como consecuencia de la investigación que adelanta el CNE sobre los topes electorales en la pasada campaña presidencial de 2022. 


“No acepto que a través de un documento de una sala de consulta del consejo de estado que no tiene fuerza vinculante, el Consejo electoral me haya despojado del fuero integral constitucional que me protege”, dio a conocer el mandatario de Colombia a través de su cuenta de X.


Intentona



También dejó en claro, una vez más, que el CNE no es el órgano competente para iniciar esta investigación. Cabe mencionar, que la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes puede hacerlo. 

“La Constitución no permite que una instancia puramente administrativa y política como el consejo electoral, prepare el camino para suspender al presidente de sus funciones por una investigación de topes sobre la cual no tenía más competencia que los 30 días posteriores a la elección”, sentenció Petro.

A su vez, volvió a referirse sobre un posible golpe de Estado:


“Cada paso dado contra el presidente en el consejo electoral construye un golpe de estado. ¿Se quejan de Venezuela? en Colombia avanza un golpe de estado contra el presidente”. 

En días anteriores, el jefe de Estado se refirió a esta investigación que adelanta el CNE y dejó en claro que el tiempo para hacer esas indagaciones ya pasaron y ahora no tiene una mayor competencia. 


“Creen que el consejo electoral es la entidad que puede juzgar al presidente y lo hacen con un concepto de la sala de consulta del consejo de estado hecho rápidamente y que no es vinculante por ley y que no tiene competencia para decidir un conflicto de competencia sobre el fuero presidencial”, escribió Petro en un momento, a través de sus redes sociales.

Alarmas


El fracasado paro de transportistas destinado a desestabilizar la administración Petro para provocar su paulatino debilitamiento y posterior caída, habría decidido a las fuerzas de la extrema derecha reaccionaria encabezada por el uribismo junto a sus aliados, a presionar por intermedio de su cooptación de las entidades gubernamentales para derrocar al Presidente de los Colombianos.


Lo cierto es que CNE, la Corte Suprema ni la Procuraduría, sólo por mencionar algunas, estaría exenta de funcionarios que abusando del poder conferido por la democracia colombiana, pretenden alterar el orden constitucional tergiversando las formas y el sentido de la aplicación de la ley para responder a las fuerzas del nefasto continuismo político, las cuáles en el pasado ya dieron sobrada muestra de su carácter represivo, corrupto e inoperante, más allá de pretender mantener a toda costa sus centenarios privilegios mal habidos.


Dichos señalamientos no son infundados, teniendo en cuenta la indignante demora en la elección de la terna propuesta por el Gobierno a la Fiscalía General de la Nación, con el propósito de evitar las consecuencias político legales del conocimiento por parte de la opinión pública de toda clase de irregularidades con el consecuente procesamiento de funcionarios, el saboteo despiadado para impedir votar en favor de las reformas sociales o bien, los artilugios judiciales de la Corte Suprema de Justicia a fin de obstaculizar el juicio del ex presidente, Álvaro Uribe Vélez y la aplicación de medidas cualitativas de suma urgencia como el decreto de emergencia económica en La Guajira, la ayuda humanitaria a ese departamento o la construcción de un hospital en la región costeña, por citar algunos de los más deplorables conatos de resistencia al cumplimiento de la voluntad popular expresada en elecciones libres.


Haciéndose eco de esa interpretación alevosamente amañada de las leyes de la República, en provecho tanto del desconocimiento público como en el uso deliberado de la desinformación para promover sus oscuros propósitos, a su vez los medios masivos de comunicación vienen fogoneando de manera entusiasta la recuperación del poder por parte de dichas fuerzas de fragmentación, desplazadas del poder tras la asunción de Gustavo Petro a la Presidencia.


Tal es el caso de revista Semana, los noticieros de los canales televisivos RCN, Caracol, Teleantioquia, Telemedellín o diarios como El Tiempo, El Espectador, la W, Blu Radio, entre otros, a razón de las suculentas sumas de dineros provenientes de la corrupción, el narcotráfico o fortunas malavenidas, sin contar la retaliación ejercida contra el Gobierno en razón al aplazamiento deliberado de las pautas publicitarias beneficiando a sus propietarios o periodistas de muy dudosa credibilidad.


Ahora, tal como lo vienen haciendo desde las verdaderas guaridas donde gozan de la protección de los líderes fundacionales de la ruina, la decadencia y del empobrecimiento de un pueblo colombiano mayoritariamente trabajador, vendiendo el sufrimiento, la carestía, las privaciones constantes a cambio de míseras monedas, alientan la conjura, el desorden, la desobeciencia civil, la violencia, el atentado permanente contra la paz social en calidad de cómplices mandaderos.


Sin embargo frente a ese accionar incansable en favor de conjuras trasnochadas, de alzamientos armados, de la creación de crisis ficticias tendientes a generar malestar en el grueso de la población, de llegar al extremo de asociarse no sólo con grupos paramilitares sino de la guerrilla del ELN, de las disidencias de las desaparecidas FARC para sembrar el caos sobre la sangre derramada de los colombianos en vías de enriquecerse, está el pueblo, la gente.


La misma que en 2022 llevo a Petro a la Presidencia con el supremo objetivo de hacer cumplir de una vez sus impostergables demandas políticas, económicas y sociales, en repudio al estruendoso fracaso de quienes al tiempo de operar como genuinos delincuentes de una asociación ilícita, hoy pretenden dar lecciones morales o "recomendaciones" acerca de cómo llevar las riendas del país, cuando todo sobre lo cual pusieron sus inescrupulosas manos lo hicieron añicos o corrompieron.


Esos colombianos surcando los campos, trabajando con sus manos en las fábricas, las empresas grandes, pequeñas, medianas, algunos laborando de manera independiente, en las ciencias, la tecnología, las artes, que fueron testigos del mejoramiento paulatino de su calidad de vida, reflejado en el excelente rumbo económico, la responsabilidad administrativa, la caída abrupta del desempleo o del valor del dólar con respecto al peso, la entrega de tierras, las matriculas gratuitas en universidades públicas, la disminución de la inflación, la recuperación del turismo, la gratuidad de la carrera militar, el récord en incautaciones de drogas, la realización de obras prioritarias de la Ruta del Sol, la reducción de la deforestación, la protección del medio ambiente y la reforma pensional, permitiendo a miles de abuelos en situación de pobreza tener una vejez digna.


En definitiva, esa suma de voluntades colombianas que asqueada de saqueo al erario público, de tráfico de influencias, corrupción, negociados, tráfico de drogas, se rehúsan firmemente a ser devueltos al pasado con el consecuente baño de sangre, represión, incertidumbre, fortalecimiento del presupuesto destinado a la guerra a expensas de la salud, el empleo o la educación con el cual la derecha colombiana pretende volver a tratar de "disciplinarlos" como lo hizo toda la vida.


Y así sea la última línea de defensa, llegado el caso sólo el pueblo en las calles será quien salve al pueblo de otros doscientos años de decadencia, a manos de un grupo de mafiosos inoperantes con sed de venganza por tantos logros conquistados.



Fuente: RTVC / DIARIO EL POLITICÓN DE RISARALDA

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