En un evento realizado en Ciénaga de Oro, el presidente Gustavo Petro y la SAE otorgaron dos fincas expropiadas al narcotráfico, abarcando un total de 1.641 hectáreas, a 200 familias locales. Estas familias desarrollarán proyectos productivos con el objetivo de mejorar su calidad de vida y contribuir a la reforma agraria.
En su discurso, el mandatario enfatizó que todas las tierras en extinción de dominio, tanto las que están actualmente en manos del gobierno como aquellas que la corrupción ha intentado arrebatar al pueblo, serán transferidas al campesinado para promover la producción de alimentos. Aseguró que esta medida será acompañada por créditos accesibles y asistencia técnica para garantizar que la tierra sea productiva y beneficie a los campesinos.
El presidente subrayó la importancia de que la reforma agraria sea llevada a cabo de manera pacífica y en colaboración con los terratenientes del país. Además, hizo un llamado a la organización campesina como base para el éxito de esta iniciativa.
El presidente Petro también hizo hincapié en la necesidad de proporcionar crédito barato, asistencia técnica, educación y salud a los campesinos, como parte de la revolución agraria que busca implementar. Para fomentar la organización campesina, se prevé la creación de comités de reforma agraria en cada municipio, junto con una marcha de campesinos demandando tierra y dignidad.
El evento concluyó con el establecimiento de compromisos con la comunidad de Ciénaga de Oro, que incluyen programas de reforma agraria beneficiando a diez mil campesinos, la creación de una sede del SENA, la construcción de un estadio deportivo y una sede de la facultad de música del departamento.
Las tierras expropiadas y entregadas a las familias se espera que impulsen la producción agrícola y ganadera en la región, contribuyendo así a una transformación positiva en la vida de los campesinos y a la consolidación de una reforma agraria integral en Colombia.
Fuente: CUARTO DE HORA
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