En torno a toda la controversia que ha sido suscitada en las últimas semanas como consecuencia de la radicación de reforma a la salud y luego de otra semana en la que los congresistas tuvieron un receso de sus labores, esta semana se espera que se lleve a cabo el primer debate de este proyecto impulsado por la ministra de Salud, Carolina Corcho.
Esta iniciativa que propone el gobierno de Gustavo Petro se ha visto inmiscuida entre ires y venires de varios partidos tradicionales, que según eso, están a la espera de que el presidente y su terna sedan, de alguna manera, a las peticiones ambiciosas que han propuesto en torno a la reforma a la salud.
Así las cosas, se espera que la semana del 10 al 14 de abril sea clave, resulta casi un hecho indicar que el presidente de la Comisión VII de la Cámara de Representantes, Agmeth Escaf, de la fecha y hora del primer debate de esta importante propuesta y en un escenario donde se medirá pulso con los jefes de los partidos políticos que se han mantenido en la ambigüedad.
Ni que decir frente a los directores de estos partidos de antaño, hace algunos días fue noticia que el dirigente del partido Liberal, Cesar Gaviria, decidió no apoyar la reforma. Por su parte los del partido de la U y Conservador, se han mantenido en constantes reuniones con delegados de gobierno, la propia ministra Corcho y el presidente Gustavo Petro, sin llegar aún a un consenso.
Se sabe que durante esta semana, quienes tienen la batuta de estas bancadas sostendrán reuniones para concertar dos cosas principalmente: definir si apoyan o no la reforma a la salud en Colombia, y establecer cuáles serán las sanciones para Gerardo Yepes (partido Conservador) y Camilo Esteban Ávila (partido de la U), luego de que firmaran la ponencia de reforma a la salud la semana pasada.
Lo que argumentan las colectividades para hacer efectiva la sanción hacia los dos congresistas que firmaron en favor del proyecto, es que aparentemente incumplieron la ley de bancadas la cual establece que todos los militantes de un partido deben actuar en concordancia con lo decidido por sus directivas y es por ello, que cada una de las bancadas va a estudiar una forma de penar a los legisladores.
La norma con la que las bancadas tradicionales pretenden imponer las sanciones a los congresistas es conocida como la 974 de 2005, la cual contempla que todos los miembros de un mismo partido político tienen la obligación legal de no cumplir con lo dispuesto en esa norma, dice en el documento, los directivos “podrán establecer sanciones por la inobservancia de sus directrices, las cuales se fijarán gradualmente hasta su expulsión”.
No obstante, no es de pleno conocimiento que dentro de esa misma ley había un “salvavidas” que le permite a los congresistas quitarles un peso de la espalda y es que “cuando la decisión frente a un tema sea la de dejar en libertad a sus miembros para votar de acuerdo con su criterio individual, se dejará constancia de ello en el acta respectiva de la reunión de la bancada”, en ese sentido, los legisladores de los partidos que decidan otorgarle su apoyo a la reforma podrán hacerlo amparados por este articulo sin exponerse a sanciones de ningún tipo.
Fuente: CUARTO DE HORA