Reunión con Duque, fiesta caliente, negocios, corrupción, los "pecados" de Hernández
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Reunión con Duque, fiesta caliente, negocios, corrupción, los "pecados" de Hernández

La aseveración cobra cada vez más fuerza y significa una falta muy grave por parte del mandatario colombiano al considerar que está participando en política en plenas elecciones.

En redes sociales crece el rumor de que al parecer el presidente de la República, Iván Duque Márquez, sostuvo una reunión con el candidato presidencial Rodolfo Hernández a menos de una semanas de realizarse la segunda vuelta presidencial, por lo que los comentarios hablan de un posible fraude y de la ayuda del jefe de Estado en algo así.


Sin embargo, los comentarios no quedan en simples palabras entre los usuarios de Twitter, pues incluso el senador del Partido Liberal, Luis Fernando Velasco Chaves, publicó en un trino una consulta directa al mandatario, pidiéndole explicaciones sobre si la supuesta reunión de la que habla la gente y algunos medios de comunicación es cierta o no.


“Presidente @IvanDuque, con el mayor respeto y con el ánimo de confirmar o desmentir información recibida en la campaña pregunto si viajó a Bucaramanga y se reunió con @ingrodolfohdez. Si usted señala que esta información es falsa, creeré en su palabra”, publicó el congresista en su cuenta personal de Twitter.


Pese a que la consulta hecha por el senador Velasco es muy directa, ni el presidente Duque ni el Gobierno Nacional se han manifestado al respecto. La primera respuesta concreta sobre lo ocurrido vino por parte del ministro del Interior, Daniel Palacios, quien respondió al trino y aseguró que la información era falsa aunque sin dar mayor detalle.


Otra respuesta la hizo la jefe de gabinete de la Casa de Nariño, María Paula Correa, quien también respondió al trino del senador Velasco, comentando “falso”, aunque sin comunicar de manera oficial nada hasta el momento, especificando cuál ha sido la agenda del presidente Duque en estos días.


¿Amenaza para LGBTI?


Con discursos como “el ideal sería que las mujeres se dedicaran a la crianza de los hijos”, o que las migrantes venezolanas eran “fábricas de hacer chinos [hijos] pobres” o cuando, en 2019, dijo que un candidato a sucederlo era “más manoseado que prostituta de Puerto Wilches”, así es la personalidad que ha expuesto el que podría ser el próximo presidente de Colombia: Rodolfo Hernández, un sujeto a quien han apodado como el ‘Trump colombiano’ y que se presenta como un outsider político sin serlo realmente.


Mientras está en marcha la cuenta regresiva para la segunda vuelta de las elecciones en Colombia, que se celebrará el 19 de junio, uno entre tantos temas que sin duda ha tenido eco en la opinión de las feministas ha sido precisamente la preocupación que el millonario de 77 años supone para los derechos de las mujeres y las personas LGBTIQ+.


De acuerdo con Viviana Bohórquez Monsalve, coordinadora de la fundación feminista Somos Jacarandas:


“Estas elecciones en Colombia han sido fundamentales para las feministas porque han mostrado que los temas de los derechos de las mujeres son esenciales para la democracia y que un presidente va a marcar qué políticas públicas y qué forma de gobierno se va a dar a favor de los derechos de las mujeres en un país que tiene una sentencia reciente sobre el aborto [hasta la semana 24], tiene unos índices muy altos de violencia sexual, tiene muchos casos de acoso y abuso en las escuelas y universidades y también tiene unas cifras muy altas de feminicidio. Entonces, creo que la presidencia empezó a ser un tema fundamental para las mujeres. El movimiento feminista está activo, y en esa medida está exigiendo que los candidatos digan cuáles son sus posturas”.


Para ella, el candidato de la Liga de Gobernantes Anticorrupción no tiene “propuestas serias y concretas”, a pesar de sus intentos por demostrar lo inverosímil cuando, una vez más, utilizando sus redes sociales, una importante estrategia digital que le ha servido para tomar vuelo en la carrera presidencial, hizo un tuit donde destacó diez propuestas a favor de las mujeres y expresó su apoyo a las personas LGBTIQ+.


Entre ellas, aseguró que busca “igualdad de remuneración ante el mismo trabajo desempeñado” y promover la “inclusión de una cláusula de no discriminación en los contratos”. Lo contradictorio y lo que levantó las críticas de las feministas es que, a la hora de la verdad, ninguna de estas propuestas aparece realmente en su programa de gobierno.


Pero, además, sus mencionadas propuestas han sido reprochadas por su falta de claridad, ya que para algunas feministas no se trata solo de ‘igualdad salarial’ en un país marcado por la informalidad laboral o en el que las mujeres han sido el grupo poblacional más afectado por el desempleo que ha provocado la pandemia. Se trata, pues, de una miopía alrededor de la realidad del país por la que muchas lo acusan de tener propuestas que dejan de lado a las mujeres que viven del día a día, que son una mayoría y que encuentran sustento, por ejemplo, en el trabajo doméstico. Por lo tanto, sus propuestas se encuentran lejos de reconocer la importancia de las labores de cuidado y, mucho menos, piensan en las mujeres que no tienen acceso a una jubilación digna.


Para Bohórquez ese machismo adherido al candidato dice mucho de cómo podría funcionar su gobierno si es presidente y afirma que:


“Por Twitter no se gobierna, se tiene que gobernar a través de un programa y en ese programa que tiene de gobierno las cuestiones de género son inexistentes. Su total desconocimiento y su machismo en la vida cotidiana nos preocupa profundamente”.


Por su parte, Pilar Lizcano del equipo de portavoces del Congreso de los Pueblos asegura que:


“La discusión se centra sobre todo en la posibilidad que tendrían las mujeres de decidir o no sobre sus vidas, sobre sus proyectos de vida, porque creo que no se puede caer en la discusión de si es bueno o malo estar en la cocina sino cómo a estas alturas de la historia del avance de las luchas feministas es posible que se plantee que las mujeres no podemos decidir si estar en la cocina o estar en la universidad”.


Además, la activista Lizcano subraya el hecho de que las experiencias y elecciones individuales de las mujeres pueden ser procesos transformadores en sí mismos, es decir, desde los espacios en los que decidan actuar siempre que se hagan desde la libertad de decidir, que es lo que podría estar amenazado en esta contienda electoral.


Al respecto, Anyer Lorena Mosquera, abogada feminista y defensora de derechos humanos, comenta:


“Como ciudadanas feministas no queremos tener solamente el voto, nuestras voces también son importantes. Y analizar todo este proceso político desde nuestra mirada feminista nos permite entender qué pasaría con las mayorías sociales en un gobierno de una candidatura que representa todo lo opuesto a lo que la ciudadanía pide a gritos y necesita desde hace muchos años, [pensar] cómo los derechos de nosotras y de las disidencias de género entrarían en un retroceso”.


Después de una primera vuelta plagada de tensiones por las amenazas de muerte, principalmente a la dupla progresista del Pacto Histórico, así como de escenarios violentos ocurridos en varias partes del territorio nacional e incluso un paro armado que afectó a 11 de los 23 departamentos del país, los resultados han mostrado, según los analistas, que Colombia quiere un cambio. Así lo expresó al menos el 54,91% de la participación electoral, una cifra que supera lo que habitualmente ha sido la abstención y el desinterés general por votar.


Pero, la pregunta es qué tipo de cambio. Con la victoria con un 40% de los votos en la primera vuelta de un proyecto progresista que ha abrazado las reivindicaciones de las mujeres y las diversidades y cuya protagonista es una mujer negra y feminista con una trayectoria como lideresa como es Francia Márquez se avizoraba un camino claro. Sin embargo, la incertidumbre ha recobrado fuerza con Rodolfo Hernández en esta segunda vuelta, ya que el ‘candidato tiktoker‘ se ha convertido en un firme opositor a estos reclamos. Con una ligera ventaja en algunas y un empate técnico en otras, la mayoría de las encuestas dan la victoria al candidato Rodolfo Hernández en la segunda vuelta. La clave está, según los expertos, en el margen de error, así como en el voto en blanco.


Al respecto, la artivista y socióloga Yela Quim comenta:


“Rodolfo Hernández no representa una política de apertura, de posibilidad de garantía de derechos. Es muy incoherente cuando se refiere a la comunidad LGBTIQ+, cuando se refiere específicamente a nuestros derechos, porque es una persona que no ha generado ni articulaciones ni acercamientos reales que vayan más allá del show mediático realizado alrededor de usarnos como una moneda de cambio para impulsar su campaña presidencial […] Se vendrían retos grandes si él quedase como presidente en el sentido de que si él es una persona que es misógina, que ni siquiera reconoce el feminicidio como delito, mucho menos va a reconocer los crímenes de odio hacia las personas LGBTIQ+. Él no está formando en estos temas, no tiene un programa en su gobierno […] sería un escenario bastante duro porque si él no tiene nada en su programa no habrá nada para las personas LGBTIQ+”.


El candidato presidencial, que debe su fortuna a su empresa, una de las más importantes constructoras de vivienda en el departamento de Santander al noreste del país, sería más fuerte en regiones como el Eje Cafetero y Antioquia (cuna de la élite y la derecha colombiana), el centro oriente y el centro sur del país. Por otro lado, el candidato del Pacto Histórico Gustavo Petro tendría ventaja en la capital Bogotá, en la región Caribe y en el Pacífico colombiano.


La derecha colombiana, dirían algunos analistas, no es exclusivamente uribista, si se pensaba que la primera vuelta se definió únicamente por un cansancio de la clase política sellado por el uribismo que ha gobernado el país en los últimos 20 años. Es claro que la derecha puede reconfigurarse por fuera de ese clivaje y, de hecho, se ha visto cómo se ha movido en las últimas semanas a través de excandidatos como Federico Gutiérrez que han llamado a votar por el candidato outsider. Esto podría frustrar la posibilidad de tener un gobierno alternativo por primera vez en la historia del país sudamericano.


Sobre la necesidad de tejer un feminismo cada vez más articulado, que logre mirar hacia una propuesta más amplia de país, dice Lizcano:


“Si gana Rodolfo Hernández, los retos que tendrán las organizaciones feministas y el movimiento feminista serán entender que esto no va a ser una discusión solo de las feministas, esto se está planteando como una discusión de las mujeres en general y ahí los feminismos debemos entender que los discursos, que las practicas políticas deberían ser otras para hablarle al conjunto de las mujeres que quizás se puedan estar cuestionando, seguro se están cuestionando, qué significa que Rodolfo Hernández gane”.


Pero, ¿por qué en estas elecciones ha tomado tanto protagonismo la importancia del voto de las mujeres? En primer lugar, porque los tiempos son otros, dirían muchas organizaciones feministas y LGBTIQ+, y es que ahora estas pautas han capturado la atención de las nuevas generaciones que, a diferencia de otros años, se imponen con más fuerza para hacer valer sus derechos mínimos, los cuales no están dispuestas a negociar. Solamente el voto femenino tiene un peso muy fuerte en estas elecciones, por eso es un voto clave. De los 39 millones de personas habilitadas para votar, al menos 20 millones son mujeres, es decir, la mayoría del electorado es potencialmente femenino, según la Registraduría Nacional del Estado Civil.


En este sentido, señala Bohórquez:


“Petro tiene una gran ventaja sobre Rodolfo y es que tiene una fórmula vicepresidencial que es Francia Márquez […] Sería la primera vez en Colombia que tendríamos una vicepresidenta feminista con la que se podría dialogar. Es decir, de entrada, no pensamos que todo va a ser fácil y que todo va a estar garantizado, creo que lo que permite un gobierno de Petro es tener mayor diálogo e incidencia en una política pública a favor del aborto, en contra del feminicidio”.


Por su parte, el millonario candidato presidencial ha centrado sus energías en las últimas semanas en conquistar el voto femenino. Aunque plagado de opiniones del pasado, no sería de extrañar que una mayoría de mujeres se sintiera atraída a votar por el candidato, teniendo en cuenta que Colombia es un país muy tradicional en cuanto a sus valores y creencias, que se encuentran surcadas por un punto clave que es el tema religioso.


Lo decisivo será, entonces, seguir cualificando y consolidando las organizaciones feministas para frenar cualquier intento de retroceso, lo cual no solo dependerá de las urnas sino de continuar las luchas en lo cotidiano, en las calles, y construyendo alternativas que abracen las demandas de todas, todos y todes frente a un sector conservador que, en la eventualidad de ser representado por un presidente como Rodolfo Hernández, pueda sentirse respaldado para ejercer acciones violentas y machistas hacia las organizaciones feministas y, por ende, también a las disidencias sexo genéricas.


“Yo sueño con una mujer vicepresidenta feminista [como Francia Márquez] y sueño con que ella nos permita un canal de negociaciones justo para todos los problemas que estamos enfrentando en Colombia”, resalta Bohórquez.


Contra los pobres


“Si esos muchachos (pobres) algún día deciden atacarnos, no van a alcanzar los árboles para que nos cuelguen”, repitió el candidato presidencial de 77 años durante un encuentro con cultivadores de palma africana. Luego de estas declaraciones que incomodaron a todo el auditorio, el Ingeniero dijo que su objetivo es «mejorar a la gente de abajo»


“Necesitamos vivir como hermanos, yo no estoy diciendo que iguales; iguales nunca vamos a ser, eso es imposible, pero sí mejorar a la gente de abajo”, propone a los empresarios.



Cuando un periodista digital cuestionó a Hernández sobre la lucha social que asegura existe en Colombia, el candidato a la Casa de Nariño, dijo:


«No hay lucha de clases, pero puede haber. Porque si en un país somos 50 millones y hay 22 millones en condiciones de pobreza y miseria extrema (39 % de la población), no es raro que a cualquiera se les ocurra incluirlos en los circuitos económicos a todos esos 22 millones y vengan a formar una revuelta».

Además señaló que:


«¿Usted cuándo los ha visto trabajando, produciendo? Están pegados a la nómina, no son malos, pero casi»

Fiesta entre bellezas


El candidato a la presidencia Rodolfo Hernández se ha visto envuelto en una nueva polémica. A dos días de las elecciones, la revista Cambio ha publicado un video en donde se puede ver a Hernández de fiesta en Miami, a bordo de un yate con mujeres y empresarios. Otro de los asistentes es el hijo del candidato, Luis Carlos Hernández, quien está involucrado en el caso Vitalogic, por el que Rodolfo Hernández también está imputado. Según una fuente citada por la revista, “los gastos fueron cubiertos por la compañía farmacéutica Pfizer, interesada en ampliar sus negocios en Colombia, y varios de sus ejecutivos estuvieron presentes”.


La farmacéutica, a preguntas de Cambio, aseguró que nadie de la compañía se reunió con el empresario la semana pasada, cuando en plena recta final de la campaña, Hernández viajó a Miami, pero no respondió sobre octubre de 2021, cuando se celebró la fiesta. Para esas fechas, el exalcalde de Bucaramanga ya había lanzado su candidatura a la Presidencia de Colombia.


En un comunicado de Pfizer difundido en redes sociales, la compañía asegura que ninguna persona en representación de Pfizer atendió, participó o financió dicha situación en la fiesta en el Yate. “Pfizer rechaza enfáticamente la afirmación que el Sr. Christopher Ariyan, Country Manager de Pfizer para el Clúster Andino, estuviera en esa misma fecha, el pasado 9 de octubre de 2021, en un yate en Miami con el candidato presidencial Rodolfo Hernández, o en alguna otra ocasión. El Sr. Ariyan no lo conoce, nunca se ha reunido ni ha hablado con él”, aseguran.

Hace unos días se habían conocido unas imágenes del candidato a bordo de un lujoso yate. El tema había pasado más o menos desapercibido porque lo único que se veía era al empresario bailando con una mujer. Ahora se conoce la grabación completa del sábado 9 de octubre de 2021. Según la revista, el yate vale 4,5 millones de dólares y rentarlo por seis horas alrededor de 20 millones de pesos colombianos (5.000 dólares).


Según el periodista Daniel Coronell un hombre llamado Marcio Ramos Pinto actuó como el generoso anfitrión de la nave y les informó que todo lo que quisieran estaba cubierto. El periodista le preguntó al candidato Hernández sobre estos hechos, pero nunca obtuvo una respuesta.


Hernández sí reaccionó hoy a la publicación. En sus redes sociales ha criticado que a la gente le parezca mal que esté de vacaciones en Miami en el 2021, pero que no les parezca mal que Petro se emborrache. “Con tremenda borrachera se suba a las tarimas a hablarle a los electores, ni los Petrovideos, el pacto de la picota y su estrategia criminal. Están desesperados”, ha dicho.



Los negocios del "nene"


Rodolfo Hernández tiene cuatro hijos. Los dos mayores fueron adoptados, Mauricio y Juliana, cuando sus padres tuvieron problemas de infertilidad. Y los dos menores son biológicos, Luis Carlos y Rodolfo José. Juliana fue secuestrada por el ELN en 2004. Rodolfo Hernández se negó a pagar el rescate, y la guerrilla la desapareció.


Hernández la buscó hasta el año pasado, cuando prefirió asimilar que ya no volvería. Los otros tres hijos son adultos de 39 años en adelante. Crecieron con comodidades, y no se han despegado de su papá. Sus vidas siguen estrechamente ligadas al hoy candidato presidencial, y muy probablemente lo seguirán estando si llega a la presidencia. Cada uno, a su manera, ha influido en la vida pública de Hernández. Luis Carlos: el que lo metió en un lío de corrupción Es administrador de empresas y tiene 44 años. Es el más conocido de los hijos de Hernández porque quería recibir una coima, que autenticó en una notaría, por la adjudicación de una tecnología para tratar las basuras de Bucaramanga en 2017.

Luis Carlos es un negociante con pocos escrúpulos, según queda en evidencia en cientos de chats que están en manos de la justicia y a los que La Silla Vacía tuvo acceso. Por ejemplo, su mamá Socorro Oliveros le pidió que cambiara varios miles de dólares y él, a través de un amigo en Cúcuta, los consiguió más baratos. Luis Carlos aprovechó esa diferencia y se quedó con 35 millones de pesos que repartió con su amigo. “Qué cagada la que hice. Me siento como una mierda”, le confesó a su amigo en el chat.


Ese amigo, Luis Andelfo Trujillo, no solo apareció en negocios privados, también fue un eslabón clave dentro del escándalo de Vitalogic. Los chats entre Trujillo y Hernández, muestran que este último usó información privilegiada de la Alcaldía para abrirle paso a la oferta de la Unión Temporal Vitalogic, que ofrecía convertir en energía los residuos de la capital de Santander y 13 municipios cercanos. El negocio naufragó porque esa Unión Temporal nunca cumplió los requisitos para quedarse ganarse el contrato, pero, además de los chats que sostenía con sus socios, también quedó prueba de que quería recibir una coima porque firmó y notarió un contrato en el que se especificaba su comisión por el éxito de ese negocio público.

Por esos hechos, su papá Rodolfo Hernández está en juicio, imputado por interés indebido en la celebración de contratos y la Procuraduría lo tiene en juicio disciplinario. Hay pruebas de que influyó en la contratación de un consultor que sería el encargado de direccionar el negocio para Vitalogic y de que evitó que lo echaran. (Vea aquí el detalle.) Ese no fue el único negocio que Luis Carlos intentó en la Alcaldía de Bucaramanga. En conversaciones de WhatsApp también queda claro que intermedió para que la administración de su papá entregara a la empresa de un amigo un contrato para cobrar y recaudar el impuesto de Industria y Comercio a empresas dueñas de antenas de telefonía en Bucaramanga. El contrato no le costó nada a la Alcaldía pero sí se firmó.


“Ese contrato se termina firmando por la presión que ejercía Luis Carlos, eso fue muy al inicio de la administración, pero como no implicaba dinero público se firmó”, le contó a La Silla Vacía un funcionario de la época que estuvo detrás del proceso de contratación. Aunque Luis Carlos fue el hijo de Rodolfo Hernández que intentó beneficiarse con negocios de la Alcaldía de Bucaramanga, fue el menos visible de sus hermanos en esos cuatro años.


Cuatro altos funcionarios de la época le dijeron a La Silla Vacía que salvo los primeros meses de la administración no recordaban verlo pasearse por los pasillos de la Alcaldía. Rodolfo Hernández supo que Luis Carlos había notariado la repartición de una coima en el negocio de las basuras al menos dos meses antes de que el escándalo estallara en medios pero no dijo nada públicamente. En ese entonces, sacó una circular en la Alcaldía en la que reiteraba que nadie de su familia tenía injerencia en la Alcaldía (ya lo había hecho en 2016 por su otro hijo Mauricio Hernández). Desde que el escándallo llegó a medios Rodolfo ha defendido a su hijo diciendo que fue un “ingénuo y estúpido” por haberse metido en el negocio. Su hijo tiene el mismo discurso. En la campaña a la Presidencia, Luis Carlos acompaña ocasionalmente a Rodolfo.


Tres personas lo describieron como uno de los “apoyos emocionales” del candidato presidencial. “Le soy sincero. Yo no tengo autorización de nada en el proyecto político de mi padre. Bastante daño me hicieron con el problema en que me enlodaron para poder atacar a mi padre. Lo siento mucho pero mi función acá es la de un hijo que acompaña a su padre en las giras porque es una persona mayor”, aseguró a La Silla Luis Carlos Hernández. Mauricio: el hijo de fiestas y escándalos Es hijo adoptivo de Rodolfo Hernández y el mayor, tiene 49 años. En Bucaramanga es conocido como “Curramba” porque le gustan las fiestas. Suele caer bien, según lo que nos dijeron seis fuentes que lo conocen entre políticos y funcionarios de la administración de Rodolfo Hernández. “Le gustan todo tipo de ambientes, el popu (popular) pero también los lugares bien, en donde se ve plata”, nos dijo un político de Bucaramanga que ha salido de fiesta con él. “Tiene muchos amigos”. En la Alcaldía, según lo que nos contaron tres funcionarios de la época, seguía un patrón similar. “Iba de un lado para otro saludando. Era amigo de todo el mundo”, dijo una de esas fuentes. Durante la administración de Rodolfo Hernández fue el hijo que más dio de qué hablar, era el más visible y se movía en una línea gris entre lo legal y lo ilegal en la Alcaldía.

“Paseaba por los pasillos de la Alcaldía con una carpeta debajo del brazo llena de hojas de vida y se las entregaba a los secretarios diciéndole: ‘ayúdame con estos nombres’. Uno las recibía un poco asustado, pero llamaba al despacho a preguntar qué hacer y allá decían: ‘recíbalas pero ignórelas, no haga nada con eso’”, recordó un exsecretario de la Alcaldía de Bucaramanga. Ese comportamiento, que fue ratificado por otras cuatro fuentes más que estuvieron en la Alcaldía en altos cargos directivos, terminó en denuncias en el Concejo de Bucaramanga por contratación amañada de personal.

El tema escaló tanto que incluso Rodolfo Hernández emitió una circular en la Alcaldía desautorizando la intervención de sus familiares en temas de contratación pública y salió a medios de comunicación a replicar esa información. Después Mauricio Hernández se alejó de la Alcaldía, pero reapareció mediáticamente cuando anunció que quería aspirar al Senado y que buscaría el aval de Opción Ciudadana, extinto partido que era manejado por el parapolítico Luis Alberto ‘el Tuerto’ Gil. Su aspiración, revelada por La Silla en su momento, era una contradicción porque buscó al partido político más cuestionado de Santander para decir que en el Congreso ondearía la bandera anticorrupción de su papá. Rodolfo Hernández salió a decir que no lo apoyaba. Mauricio incluso apareció en una foto con Gil.


Esa aspiración jamás se concretó, pero Mauricio volvió a figurar cuando él mismo anunció que fue nombrado como “gestor social” del municipio. Ese cargo no lo había asumido Socorro Oliveros, su mamá. En adelante guardó un perfil más bajo. El mismo que ha mantenido en la campaña presidencial de Rodolfo Hernández. Es el único de los tres que no va de correría con el candidato presidencial. No aparece en fotos recurrentemente con él y tampoco tiene autorización para hablar en nombre de Rodolfo o su campaña en Santander.

El evento más visible en el que ha estado fue en el cierre de campaña que le organizaron a Rodolfo en su natal Piedecuesta. Apareció junto a Cecilia Suárez, la mamá del candidato de 97 años, y las dos veces que le pasaron el micrófono gritó: “mi papá no les va a fallar”. Rodolfo José: El que no se le despega Tiene 39 años, es el hijo menor y el más cercano a Rodolfo Hernández. Es ingeniero igual que su papá. Rodolfo José es el consentido. Cuando su papá se convirtió en Alcalde, fue él quien asumió la presidencia de la Constructora HG, según los registros más recientes de Cámara de Comercio; y ha sido la cara de Rodolfo Hernández más allá de la empresa familiar. Fue el hijo de Hernández que menos dio de qué hablar en la Alcaldía de Bucaramanga. Su figuración era particular porque generalmente estaba al lado de él, incluso en reuniones de juntas directivas y de presupuestos y finanzas pero permanecía callado.

Un funcionario lo recuerda así: “Hubo reuniones de gobierno en las que Rodolfo José hablaba pero solo con el Alcalde. El Alcalde lo escuchaba y luego seguía como si nada. Yo nunca supe qué le decía el hijo”. Que estaba en las reuniones a la sombra de Rodolfo Hernández también quedó reseñado en el escándalo de las basuras que compromete a su hermano Luis Carlos y a su papá. Luis Andelfo Trujillo, uno de los testigos y el mismo socio de los dólares y Vitalogic, aseguró a la Fiscalía que Rodolfo José estuvo presente en una de las reuniones en las que su papá se encontró en Bogotá con los empresarios que querían quedarse con el negocio de las basuras.

Esa figuración en reuniones del entonces alcalde generó críticas de la oposición de Hernández, pero al final su papel pasó desapercibido. En todo caso, las opiniones de Rodolfo José sí eran conocidas en lo que tenía que ver con comunicaciones. Era común que hablara con los hasta hace poco estrategas de su papá, Hugo Vásquez y Guillermo Meque, y, de hecho, desde entonces grababa los pasos de su papá. En diciembre de 2017 en medios locales reseñaron que Rodolfo José puso a rodar un video en el que Rodolfo Hernández en el que decía que la Universidad Industrial de Santander, la pública más importante de la región, era un “jubiladero” y que era “más barato cerrarla y vender el lote”. Al entonces alcalde le tocó salir a explicar que no estaba en contra de la universidad, sino de que contrataran “profesores que no saben nada y les paguen como si supieran”.

Ese rol de acompañante lo ha mantenido en la campaña actual. Miembros de la campaña explicaron a La Silla que Rodolfo José está pendiente de grabarlo, de tener el sonido nítido de sus intervenciones y que incluso sugiere algunas de las virales apariciones del candidato en redes sociales. Rodolfo José fue suplente de Rodolfo Hernández en la junta directiva de Entorno Verde, empresa que creó el ahora candidato presidencial junto a empresarios y políticos controvertidos en Santander (el ahora contralor de Santander y excongresista, Fredy Anaya, y el cuestionado empresario, Reynaldo Bohórquez) para pelear por el negocio de las basuras en Bucaramanga y el área metropolitana. Justamente el reclamo por la figuración del ahora candidato presidencial y de su hijo Rodolfo José en esa empresa es el que detona el ataque de ira que concluye con el golpe al concejal Jhon Claro.


Esa cachetada, paradójicamente, ha sido clave en la carrera por la Presidencia. El hijo menor de Rodolfo Hernández también ha sido una mano derecha en política. Como siendo mandatario no podía participar en política directamente (aunque los suspendieron por esa razón y terminó renunciando a la Alcaldía) lo puso como su delegado en la campaña de Juan Carlos Cárdenas, candidato que fue elegido en 2019 como su sucesor. Julián Silva, quien fue parte del equipo de Cárdenas, relató que Rodolfo José hacía parte activa de las discusiones estratégicas de la campaña. En esta campaña, más allá de opinar en temas de comunicaciones, Rodolfo José es conocido como la principal compañía de Rodolfo Hernández. Duermen en el mismo cuarto cuando está de correría y está con él en todos los eventos.



Fuente: VOCES / DATO CERTERO / LA SILLA VACÍA

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