Escribe: JHON JAIRO SALINAS*
Del corazón cafetero, una voz que resuena:
En Calarcá, donde la tierra se conecta con los ancestros de los guerreros, Pijaos, nació un poeta de versos profundos, un maestro de la palabra.
Umberto Senegal, desde temprana edad, su espíritu inquieto encontró refugio en las páginas de un libro, en las historias susurradas por los vientos del campo y en la sabiduría ancestral del oriente. Un alma impregnada de tinta: El maestro Senegal no solo heredó de su padre el amor por la lectura, sino también la pasión por escribir. Desde niño, su imaginación tejía historias fantásticas, transformando lo cotidiano en poesía. Su pluma, cual pincel mágico, dibuja paisajes oníricos y explora la vastedad del ser humano.
Un educador que inspira:
Más que un simple docente, Senegal se convirtió en un faro que iluminaba el camino de sus estudiantes. En sus aulas, no solo impartía conocimientos, sino que sembraba semillas de curiosidad, creatividad y compasión. Su pedagogía, impregnada de su propia experiencia como escritor, invitaba a los niños a explorar el mundo con ojos maravillados y a plasmar sus sueños en palabras. Un viaje hacia la sabiduría oriental: A los quince años, el maestro Senegal tropezó con la filosofía oriental, y en ella encontró un nuevo universo de posibilidades. Las enseñanzas de Buda, Lao Tse y los místicos sufíes nutrieron su alma y guiaron su pluma hacia una poesía profunda y reflexiva. Su obra está, impregnada de esa sabiduría ancestral, invita a la introspección, a la búsqueda del equilibrio y a la conexión con lo trascendente.
Un caminante solitario en busca de la inspiración: La naturaleza siempre ha sido una fuente inagotable de inspiración para el maestro Senegal. Caminando por senderos solitarios, entre montañas y valles, encontrando la paz y la claridad necesaria para crear. La soledad con la madre naturaleza es su mejor aliada, permitiéndole conectar con su ser interior y escuchar la voz de la musa. Un universo de influencias: La obra de Senegal es un rico tapiz tejido con hilos de diversas culturas y tradiciones. En ella se encuentran ecos de la mística cristiana, la sabiduría oriental, la belleza de la naturaleza y la complejidad del ser humano. Su poesía, a la vez profunda y accesible, ha conmovido a muchos lectores.
Un legado que perdura: Senegal, el poeta de las montañas, nos deja un legado invaluable: una obra poética llena de belleza, sabiduría y sensibilidad. Su voz sigue resonando en nuestros corazones, invitándonos a reflexionar sobre la vida, la muerte, el amor y la trascendencia. Su ejemplo nos inspira a cultivar la creatividad, la compasión y la búsqueda del conocimiento. Sus padres: Humberto Jaramillo Ángel, una figura paterna, sólida y cariñosa, fue el pilar fundamental en el despertar del poeta.
Desde los tiernos cinco años, cuando las letras apenas comenzaban a poblar su mundo, su padre lo alentó a explorar la magia de la escritura, incitándolo a tejer versos y poemas con la promesa de una recompensa de cinco centavos por cada creación. Más que una simple retribución, este gesto paterno sembró en el pequeño Umberto la semilla de la pasión por la literatura, encendiendo en él una llama que con el tiempo se convertiría en un faro que iluminaría su camino como escritor. Y junto a la figura paterna, la presencia de su madre, Ana Cecilia Restrepo, una modista de profesión con quien aún comparte su hogar, aporta a su vida la calidez del amor maternal, la sensibilidad y la fuerza que solo una madre puede brindar.
En cada verso que escribe, en cada poema que brota de su pluma, el poeta rinde tributo a sus padres, a quienes les debe todo cuanto es como escritor. Su padre, por encender la luz de la creatividad, por creer en su talento y por impulsarlo a seguir sus sueños; su madre, por su amor incondicional, por su apoyo y por ser el pilar emocional que lo ha sostenido moralmente a lo largo de su vida. En la sinfonía de sus letras, el poeta entrelaza las memorias de su infancia, los recuerdos de su padre y la presencia constante de su madre, creando una obra impregnada de gratitud, amor y admiración.
*Dirigente y defensor de derechos humanos oriundo del departamento del Quindío. Miembro del Pacto Histórico Quindío. Escritor. Poeta. Corresponsal y periodista
tanto de Diario EL POLITICÓN DE RISARALDA, como de su suplemento de ciencias
y artes ARCÓN CULTURAL.
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