Si de algo ya no queda ninguna duda, es de la nula vocación democrática de los partidarios de Álvaro Uribe Vélez, que tratando de darle un uso político al genuino y sincero dolor de los familiares de policías caídos en Toribío, Cauca, pretendieron tomarse el recinto. En ese momento, la Cámara de Representantes se encontraba tratando la moción de censura contra el canciller Álvaro Leyva, impulsada para colmo desde el uribismo.
Aunque el presidente de la corporación, David Racero, trató de calmar los ánimos enardecidos a través del diálogo pacífico, desestimando el pedido de quienes solicitaban la inmediata interrupción del debate, además de la presencia de efectivos de la Policía Nacional en el lugar, el representante del Centro Democrático, Jose Jaime Uscategui Pastrana, en lugar de ir a mediar con los manifestantes, tal lo acordado, utilizó sus influencias de para hacerlos ingresar al Congreso.
Interrupción
En otro claro intento de desestabilización al gobierno popularmente elegido de Gustavo Petro desde el inicio de su gestión y de una operación previamente organizada por sus opositores, tendiente al descrédito político , un grupo de personas integrado también por policías o soldados retirados que lideraba al parecer el propio hermano de Uscategui, lograron entrar.
Pero la consecución del objetivo fue efímera e insignificante. Pronto, las autoridades competentes dominaron lo que sin embargo sienta un precedente histórico de ataque feroz a las instituciones, donde los intolerantes fascistas al verse vulnerados sus intereses, pretenden atropellar la voluntad de cambio del pueblo.
De acuerdo con voceros de los congresistas, la moción de censura deberá volver a ser debatida.
Paradoja
De la noche a la mañana, los encargados de llevar adelante los destinos de la República durante veinte años, tras ser apartados del poder con el voto de más de once millones y medio de personas como única arma, se vienen a desgarrar las vestiduras frente a los problemas del país cuando fueron ejemplo de todo cuanto no debe hacerse, sin reparar en los ciudadanos de a pie.
Como si ello fuera poco, culpan al Gobierno Nacional de la herencia de saqueo, corrupción, vaciamiento, malversación, junto a una perversa hostilidad contra sus contradictores que siguen ejerciendo esta vez, desde los medios de comunicación al servicio de los poderes económicos a quienes se subordinan.
Casualidad o no, en momentos donde el Fondo Monetario Internacional respalda el rumbo del país, los mejores 148 economistas del mundo le dan el visto bueno; se pretenden sancionar reformas de salud, trabajo, pensión, destinadas a terminar con los negocios de particulares al interior del Estado, cuando el narcotráfico recibe los mayores golpes, se habla de "Paz Total", resultan más frecuentes esta clase de episodios de indudable talante golpista.
Esto, sin contar los fuertes rumores de cierto acuerdo "debajo de la mesa", entre sectores de algunos grupos armados insurgentes, los cuales estarían recibiendo dinero de los que pretenden servirse del caos, del desorden, de la "guerra perpetua", a fin de mantener inalterables sus centenarios privilegios mal habidos a expensas los que trabajan, a cambio de un salario todavía insuficiente.
Escribe: CARLOS ALBERTO RICCHETTI*
*Periodista, escritor, poeta y cantautor. Director general de Diario EL POLITICÓN DE RISARALDA y de su suplemento, ARCÓN CULTURAL. Integrante de ¡UYAYAY! COLECTIVO POÉTICO, así como del CÍRCULO DE POETAS IGNOTOS.
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